18 dic 2011

En los ultimos dias (capitulo 8)

Luego de meses y meses de haber navegado por lo que alguna vez habia sido la rivera del pais que nosotros habitabamos, la Argentina, llegamos a la Capital, al lugar donde la humanidad se vio las caras por primera y ultima vez con las hordas y hordas de muertos, que volvian solo con la sed de destruir a la humanidad y de borrar a su figura de la faz de la Tierra para siempre.
Llegamos a unos casi 20 km del microcentro, segun las especificaciones del capitan del barco, era el unico lugar seguro para nosotros, dado que mas cerca quedariamos a la sombria figura de Guevara y sus exploradores o peor a merced de los infectados que todavia pululaban la region.
Nosotros, automaticamente llegamos a tierra, tomamos nuestros bartulos y caballos y nos preparamos para larga y casi suicida, travesia al interior de la necropolis, como Alberto nombraba a Buenos Aires, debido a la cantidad de muertos y destruccion que habia por esos lugares (y en lo cual yo mismo concordaba).
Asi que sin mas, el capitan rapidamente se retiro con su pequeño barco y nos dio su bendicion, mientras nosotros cabalgabamos hacia la oscuridad, que rodeaba la Necropolis. Habremos estado mas o menos unos 2 dias cabalgando, hasta que por fin llegamos, estabamos en Buenos Aires.
"Acamparemos en los edificios de alli arriba, son altos y facilmente defendibles, pasaremos la noche, nos turnaremos para hacer guardia, las guardias constaran de 4 a 5 horas, desde ya bienvenidos al infierno", estas fueron las palabras del viejo y experto Lorenzo, amigo de Alberto, y capitan del 7 peloton de caballeros blancos de La Nueva Esperanza, fue uno de los que lograron defender el bastion de su amigo, y que ademas para salvarlo se batio a duelo contra casi 30 de los mas grandes infectados, llevandoselo casi muerto al mismo Dr Lopez, que gracias a el se pudo curar, todos confiabamos en el, sobre todo yo, al cual le tenia un poderoso respeto y que ademas Alberto le pidio expresamente que protegiera con su vida si lo era necesario.
La primera noche fue tranquila, no tuvimos encuentros con ninguno de los infectados y ni siquiera con las fuerzas de Guevara, a la mañana siguiente salimos de alli, y comenzamos la Larga Travesia, segun fuentes la fortaleza donde se hallaba Mariana se encontraba en algun lugar cerca de la Plaza de Mayo, en la Antigua Casa Rosada, nunca supe por que le llamaban asi, creo que por que seguramente muchos muertos fueron utilizados para pintarla, aunque creo que los muertos ya estaban alli hace mucho tiempo, antes inclusive de la verdadera infeccion.
Lorenzo me pregunto: "¿hacia donde debemos ir?", a lo que conteste, "bien debemos aquella avenida, y caminar por alli, todo derecho, hasta llegar alli, seran unos 10 kilomentros de caminata, es poco para nosotros, pero debido a como esta el camino nos podriamos tardar algunos dias" a lo cual asintio con la cabeza, entonces comenzamos a emprender la marcha.
"Como hare volar a esos infectados, y mas con mi pequeña ash 5000, que cree, veran un gran concierto de visceras y tripas volando por todos lados, si señor, a ustedes les encantara, se los aseguro." comentaba Carlos, pobre hombre, un gran ingeniero, pero mal de la cabeza, y mas que tuvo que ver como su familia era devorada por estas bestias del infierno por el mismo, "Cierra el pico, algo se escucha en la lejania" dijo Lorenzo.
De repente vimos como una persona, si una persona, en plenos harapos, iba corriendo mientras gritaba, "los muertos me persiguen, esas cosas quieren comerme", hasta que nos vio a nosotros, corrio gritandonos para que los socorrieramos, pero cuando nos quisimos acercar para hacerlo, un gran tentaculo lo agarro para atras, y lo arrastro al fondo de la tierra. Nosotros ante tal evento nos quedamos asombrados "deben estar evolucionando para estar en nuestro ambiente" dijo Valentin, ese fetido personaje, que dejo que murieran 15 personas con tal de salvarse el, si no fuera por que era enviado de Lopez, lo hubiese matado con mis propias manos, ademas de que habia sido un ayudante de Guevara, en no se que cosa, como en una especie de investigacion sobre los muertos, parecia que el los queria usar en su contra, como una suerte de venganza de la humanidad, ¡ja! ahora se cree el salvador de la Humanidad, por dios.....
En fin tras que esa cosa agarrara a ese pobre hombre, escuchamos un fuerte ruido, como si una muchedumbre se nos estuviese acercando rapidamente, para atacarnos, hasta que lo vimos, era una vieja horda de infectados, el temor de todo hombre de Nueva Esperanza, de repente los temores de todos comenzaron a salir a flor de piel, estabamos solos, rodeados, y se acercaban cada vez mas y mas rapido.
Viendo los rostros de temor en todos, mientras el loco de Carlos gritaba, "Vengan por nosotros, vamos, el tio Carlos tiene una sorpresa", Lorenzo, el mas viejo de nosotros lanzo un gran rugido y tras lo cual nos dijo "Hombres, rapido, por ese callejon, antes de que nos atrapen, Carlos haz una distraccion, y Lucas cubrenos la retirada", tras lo cual hicieron tal ademan, el loco de las bombas lanzo su ASH 5000, que era simplemente una mezcla de bombas incendiarias y C4, unidas a un simple detonador, y todo esto metido en una botella de refresco grande, la cual decia en una parte "Yo aplastar Zombies", esta exploto, borrando casi medio grupo de infectados, tras lo cual Lucas con una de sus bazokas volo por los aires al resto del grupo, mientras que nos retirabamos a caballo al callejon. Parecia que todo estaba bien, hasta que realmente lo vimos, vimos lo que habia atacado al otro hombre, que emergio de la tierra, no sabiamos exactamente que criatura era pero se asemejaba a un gran escorpion, hecho como de piel humana, y cocido muy morbidamente, parecia una criatura traida del mismisimo Averno. Ella tiro un enorme ruido que se oyo en todos los alrededores. Nosotros ante tal criatura no sabiamos si salir corriendo o quedarnos a pelear, Lorenzo le grito a Lucas, "bajalo, bajalo ya", tras lo cual el le tiro un certero bazokazo en su cabeza, mientras galopaba solo hacia tal aberracion de la naturaleza, la criatura cayo, y comenzo a desplomarse rapidamente, solo alcanzamos por muy poco a un edificio que se encontraba alli afuera.
Cuando llegamos alli, vimos, como Lucas bajaba de su caballo, bien y con el pelo al viento,algo valentonado por tal hazaña. "¿Creo que lo hice bien verdad?", todos sonreimos a la vez que dijo esas palabras, pero luego de atras salio de vuelta esa criatura, lo atraveso con su enorme agijon, y se lo llevo a las profundidades, sin saber mas nada de el.
Ante tal escena, por poco caigo a llorar, el era nuestro jefe de armas, el era el unico que sabia controlar los armamentos mas importantes, y sin el, una parte de nuestro grupo se iba, pero lo que no sabia, era si el miedo que teniamos, por que sabiamos lo que esas cosas nos podia hacer, o la perdida de uno de los nuestros, a tan poco tiempo de haber llegado a la Capital.
Decidimos tomarnos un respiro y continuar luego. Asi fueron los siguientes dias, peleando cada tanto contra los muertos, luchando con los demonios del Averno, como les habia puesto Valentin, y contando viejas anecdotas sobre las cosas que habiamos hecho, era una forma de mantener un poco de cordura, en un lugar donde era totalmente vital, dado que podiamos ser los unicos en kilomentros a la region.
Todo marchaba bien, mientras eramos espectros en la Antigua Buenos Aires, todo iba bien, habiamos caminado un largo trecho, ya la hermandad se sentia en el aire, mientras veiamos edificios quebrados, autos que todavia ardian, rios que comenzaban a volver a pasar por esos vastos lugares, las antiguas edificaciones, que comenzaban a desplomarse, el Obelisco, quebrado por la mitad,y el antiguo teatro colon o lo que quedaba de el, todo lo que alguna vez habia amado, se encontraba destruido, tal cual fue mi pequeña familia la noche que los encontre, muertos, con las visceras repartidas por toda la casa, viendo como la vida se le iba de los ojos de mi hermana, ensangrentada, pero gracias a dios, no muerta por los infectados, se habia caido en su escape y de alguna forma logro eludirlos, luego de que mi hermana largo su ultimo respiro, yo en ese dia tome mi cruzada contra estas criaturas, para borrarlas de la faz del mundo para siempre.
Bien, nos encontrabamos en caminando por plena Avenida del Libertador, cuando de repente, vimos a lo lejos a un ser, sentado en una escalinata en un antiguo edificio, no sabiamos quien era, asi que nos fuimos acercando con precaucion y vimos que estaba llorando, era una niña, de no mas de 10 años, que lloraba y lloraba, le preguntamos que hacia ahi, a lo que nos contesto "¿Ustedes son enviados de Alberto?", tras lo cual todos nos miramos con asombro, como sabia que eramos nostros, entonces ella repico la misma pregunta, tras lo cual le contestamos que no, que eramos unos simples viajeros. Sabiendo que nostros estabamos mintiendo, ella volvio a repetirnos la pregunta, y empezo a mirarlo a Valentin, quien no hacia ninguna acotacion. Ella freno el llanto y dijo "Bueno ustedes deben serlo debido a que no me contestan nada", asi que ella se paro, y nos mostro que estaba llena de bombas, y comenzo a correr hacia nosotros. Llegamos a escapar de la bomba, pero fue demasiado tarde, caiamos en el pavimento, y cuando nos quisimos reincorporar, vimos que unos hombres altos vestidos con trajes oscuros y capuchas, se nos acercaron, y nos dijeron, "tiren sus armas", nos superaban en numero, y ni siquiera nuestro difunto Lucas podria haberlos enfrentado a todos, tras lo cual de entre ellos salio un hombre asqueroso, horrible, encorvado, si pelo y con pocos dientes, "Gracias por traerlos, Valentin, el Señor Guevara va estar muy complacido por esto", tras esto los tres guardias que nos tenian de rodillas a nosotros nos dieron un culataso a cada uno, despues de alli, perdi el conocimiento.

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